La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa. Se produce como consecuencia de una alteración de las neuronas dopaminérgicas de la pars compacta de la sustancia negra…

Esto es lo que muchas veces transmitimos los profesionales sanitarios a los pacientes.

¿Qué significa todo esto? En esta entrada trataremos de aclararte cuáles son los problemas a los que te enfrentas.

Principales síntomas de la enfermedad de Parkinson (EP):

  • Bradicinesia y acinesia: se define como una pobreza o lentitud de los movimientos automáticos y lentitud para iniciar el movimiento voluntario y reducción de la amplitud del movimiento. Es el síntoma más incapacitante de la enfermedad de Parkinson 
  • Rigidez:  es un aumento de la resistencia al movimiento pasivo de las articulaciones que aparece en todas las direcciones (tanto en flexión como en la extensión) y que puede manifestarse en forma de “tubo de plomo” o de “rueda dentada”
  • Temblor:  es un temblor lento (4-5Hz) que se manifiesta principalmente durante el reposo en dedos, manos, pies y labios.
  • Pérdida de los movimientos automáticos. 
  • Pérdida de reflejos posturales.
  • Otros síntomas

Bradicinesia y acinesia:

Te sientes más lento, con dificultades para iniciar los movimientos e incluso para detenerlos, o cuando vas a cruzar una puerta u obstáculo.

También deberías notar que te lleva más tiempo hacer las cosas. Se debe a que el Parkinson es un trastorno hipocinético de los Ganglios de la base, por lo que de forma muy resumida, movimientos que estamos cansados de repetir y en los que somos “expertos” se verán enlentecidos. Éste es el síntoma más incapacitante de la enfermedad.

Rigidez:

Seguramente oirás hablar a menudo de este síntoma durante tus visitas a los profesionales sanitarios desde que te nombraron la palabra “Parkinson”. Normalmente se asocia a la musculatura flexora y es la culpable de que sientas que tu cuerpo no se quiere poner derecho o que tus brazos no lleguen tan lejos y que parece que tus rodillas no quieren pelearse más contra la gravedad. 

Guarda una estrecha relación con tu postura, pudiendo llegar a ser responsable de alguno de tus dolores, por lo que es importante que te mantengas activo y que acudas a un profesional cualificado que te ayude a movilizarte y mejorar este síntoma.

Temblor:

Se trata de un temblor que aumenta cuando estás distraído, estresado o ya es hora de que te tomes tu medicación, pero que desaparece con el movimiento (en fases avanzadas puede estar presente).

Esta desaparición se debe a que los ganglios de la base se encargan de los movimientos automatizados, por lo que cuando quitamos el “piloto automático” y nos ponemos al timón, somos capaces de controlar y parar ese temblor. 

En próximas entradas hablaremos más detenidamente sobre los tipos de movimientos y quién es el responsable de ellos.

Pérdida de los movimientos automáticos:

Es posible que tengas una capacidad reducida para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o balancear los brazos cuando caminas, esto guarda mucha relación con ese “piloto automático” que son los ganglios de la base y que se ven afectados por el Parkinson. 

La pérdida de estos movimientos está íntimamente relacionada con nueva forma de caminar. La marcha típica de los pacientes Parkinsonianos se denomina festinante. Aquí puedes leer de forma bastante sencilla en qué consiste esta alteración que nos daría para otra entrada del blog

Pérdida de reflejos posturales:

Probablemente has notado que te caes con más frecuencia. Esto es debido a que las reacciones que nos ayudan a mantener el equilibrio son movimientos automáticos en los que cuando nos damos cuenta que nos estamos cayendo o ya hemos actuado o seguramente ya es tarde para hacerlo. Esto junto a la rigidez que disminuye tu capacidad para moverte y las alteraciones posturales de las que antes hablamos van a ponerte las cosas muy complicadas.

Otros síntomas:

En muchas ocasiones los pacientes con Parkinson presentan micrografía (escritura pequeña), estreñimiento (sobran las explicaciones), cambios en el habla, problemas para tragar, problemas de vejiga y control de orina, disminución del olfato, depresión y cambios emocionales (la dopamina no solo interviene en el movimiento)… Estos síntomas guardan un importante  relación con los anteriores.

Conclusión: 

Por ello es necesario que acudas a un profesional que te ayude a controlar todos estos síntomas de la enfermedad de Parkinson y que te guíe en tu nueva situación. No todo es tan negro como te lo pintan, pero intenta no perder ninguna batalla en esta guerra.

En activa somos especialistas en movimiento y estaremos encantados de ayudarte y guiarte en tu proceso.

Bibliografía:
1. Shumway-Cook A, Woollacott M. Motor control. 5th ed. Barcelona: Wolters Klüver;.
2. Cardinali D. Neurociencia aplicada. 1st ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana;.